miércoles, 6 de julio de 2011

Historia de Chile: La Colonia. La guerra ofensiva

Varios gobernadores interinos dejaron paso en 1601 al capitán Alonso de Ribera (1560-1617), veterano del tercio de Flandes que durante cuatro años desplegó una implacable estrategia militar con bastantes menos recursos de los anunciados. El ejército pasó entonces a ser de carácter permanente y profesionalizado. Ribera pretendía levantar una línea de fortificaciones en territorio mapuche que fuera avanzando una vez sometiera la población conquistada.
Pese a las derrotas que Ribera infligió a los indígenas en Purén, Pelantaro y Nabalburí, y a la tala sistemática de sementeras, la ausencia de un resultado inequívoco y la noticia de la pérdida de Villarrica hicieron que el monarca Felipe III decidiera en 1604 trasladarlo a Tucumán y nombrar para reemplazarle a Alonso de Sotomayor. Pero Sotomayor declinó el nombramiento y en su lugar se designó en 1605 a Alonso García Ramón, experimentado en las luchas chilenas, quien optó por la guerra frontal.
Sin embargo, en la quebrada de Palo Seco perecieron, en 1606, más de ciento cincuenta españoles mandados por el capitán Lisperguer en una emboscada que obligó de nuevo a despoblar el fuerte de Boroa, cerca de la antigua Imperial. De un golpe se perdía el terreno ganado en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario